Opinar sobre uno mismo es irrelevante, a mi modo de ver. Es improbable alcanzar el pleno conocimiento, pero a medida que caminas y, caes, te levantas, vuelves a caerte- Los obstáculos moldean nuestro carácter, como un alfarero moldea el barro en el taller, y del material y la personalidad surge el ser humano que somos, para bien o para mal-, te levantas de nuevo, absorbes interiormente cuánto has experimentado. Los sueños que albergábamos de inicio sufren las pruebas más duras, zarandeados y puestos a prueba. Sé necesita mucho coraje para mantener la "fe", porque por más similares que parezcan las historias personales, lo que las distingue y las hace únicas, es cómo somos, algo que requiere desnudarte y descubrir que tienes defectos, y reconocerlos ya es un gran salto adelante. Al mismo tiempo, potencias lo que te hace diferente, espoleando las virtudes a la vez que luchas por minimizar los defectos.
La chispa surge,sin buscarlo, aunque prenderla depende de ti. Por muchos avances tecnológicos, el cara a cara es insustituible. Sentir, mirar, oír-en vivo-, escuchar, observar, presentir, oler, intuir, todo eso y mucho más son inalcanzables para una máquina. Y, por más fríos que nos volvamos, serán muchos los que seguirán eligiendo el contacto natural, a pesar de las corrientes.
Admiro la inteligencia, pero, sin alma, nada me vale.