Respeto tus creencias, ideas y puntos de vista. No soy obcecado ni cerrado ante mis propios sentimientos y emociones. Soy amable y respetuoso siempre, no voluble ni egoísta. Tengo iniciativa, soy responsable y considerado. Lo demuestro y no permito que tengan que suponerlo. Acepto que existen necesidades y deseos propios. Se escuchar problemas sin reproches. Soy digno de confianza. Soy buen consejero. Tengo capacidad para dar y recibir. Estoy dispuesto a ayudar incondicionalmente. Ayudo a resolver problemas, y no los complico o mantengo una actitud indolente. Me llevo bien con mi familia y
amigos en general. Soy puntual y cumplo con lo que prometo. Soy responsable en mi trabajo y en mi vida, a pesar de cualquier circunstancia. Colaboro con los quehaceres de mi casa. Tomo en cuenta a los demás para tomar decisiones. Reconozco mis errores. Tengo buen sentido del humor y soy comprensivo. Un
hombre amargado o malencarado que no sepa bromear sanamente, es aburrido e indeseable. Corrijo mis errores y se disculparme cuando es necesario. Ayudo a superar miedos o complejos. Soy detallista. Soy inteligente y trabajador. Cada mañana me levanto con una gran sonrisa. Lucho por objetivos.
