Soy un
hombre sincero, tanto que comprendo a quienes buscan físicos atractivos en primer lugar; obviamente, no es ese mi caso.
Mi planteamiento aquí se dirige a un tipo de
mujer muy específico: aquella a la que le importa más el aspecto interior que el exterior, que sea como yo soy: decente, honrada y fiel. No concibo opción alguna que vaya en sentido contrario.
Digo que no soy una persona superficial, aunque desde luego tampoco pedante ni jactanciosa; me quedo con mi sencillez, aprendida tras duras batallas vitales.
Tampoco busquen en mí a alguien pudiente, porque no lo soy. Soy autosuficiente, eso sí.
Cordiales y respetuosos saludos.
Antonio.