Ahí me tienes, parapetado, emboscado tras una guitarra que ya casi no toco por falta de canción del alma para este tiempo. He cambiado dos o tres veces mi perfil porque no tengo solo una cara, ni dos. Tengo muchas, y cada día me apetece cambiar mi cara, o mi máscara, quizás hasta que pueda un día decir: esa, ese soy yo. Siempre buscándome, buscándote, la mejor manera, dicen, de no encontrar. Me gustan las
mujeres maduras e inteligentes, pero también me encanta la ingenuidad. Me gusta la belleza interior y la exterior. Ofrezco una vida llena, llenetica como dicen por ahí, de viajes, experiencia y estudio del ser humano a través de su obra: intelectual, artística, artesanal. He explorado otros mundos en estados de quietud y tengo una gran opinión sobre el sentido de todo esto. Siento que hay un maravilloso plan. Tomo un poquito de todas las religiones aunque tengo debilidad por la cultura y la espiritualidad india. Me gusta Billie Holiday y Vivaldi, Nina Simone y Chopin, Manolo Caracol y The Cure. Cortázar y Borges. L. Durrell y M. Yourcenar. Me fascina indagar en el mundo antiguo y escrutar el hoy para vislumbrar cómo será el futuro esplendoroso que espera a la Humanidad. No soy un ingenuo ni un fanático, pero creo que el universo es tan potente, su inteligencia es tal, que lo que hoy hace Pixar un día cobrará vida autónoma. Vivimos muchas vidas, somos infinitos. Aquí busco comunicación, de momento, verbal. Alguien que no tema perder su tiempo escribiendo. Un alma bonita.
